Presentación del libro de poesía "El señor de la ruinas" del moscón Adrián Walls
Vienes 20 de marzo a las 19:30 horas
Sala Polivalente de la Casa de Cultura de Grado/Grau
¿Quien soy yo?
Me llamo Adrián y hace tiempo descubrí que podía
remendarme las heridas a base de tinta dibujada en un
papel. Tras una fuerte sacudida emocional, comencé a
escribir poesía casi como autoterapia y esto supuso una
revolución que me ha cambiado como persona. Al final
me decidí a juntar todos mis poemas en un libro y así
nació "El señor de las ruinas". Este libro es un resumen
de los cinco años más maravillosos de mi vida y todo lo
que aprendí durante este tiempo. Ahora es el momento
de compartir esa experiencia con el resto de personas.
Quiero pensar que todos los errores y aciertos sobre los
que camino pueden servir de algo a alguien. Así que solo
me queda decir: Bienvenidos a mi mundo. Este soy yo y
estas son mis ruinas.
“El señor de las ruinas” no es solo un libro de poesía, también es la historia de una reconstrucción. A lo largo de nuestra vida todos pasamos por situaciones que nos desgarran el alma. Parece entonces que todo se derrumba y cuando abrimos los ojos nos descubrimos en un mundo en ruinas donde el miedo, la duda y la incertidumbre lo inunda todo. Intentamos buscar una luz, una esperanza, una salida, pero la oscuridad que nos rodea nos va ahogando poco a poco.
Sin embargo, algunos de nosotros contemplamos la debacle y logramos vislumbrar en ella la oportunidad de construir algo más grande, algo más hermoso, algo mejor.
Somos capaces de usar la poesía para cincelar los escombros y construir con ellos una catedral que nos haga tocar el cielo. Y desde allí arriba oteamos el horizonte y desciframos en él las razones del derrumbe. Comprendemos entonces nuestra historia y todo adquiere sentido.
Vuelve a salir el sol. Esta es la historia de una reconstrucción, de un viaje, de un nuevo amanecer...
¿Que quiero conseguir con el libro?
Cuando somos niños y vamos al colegio nos enseñan matemáticas, lengua, historia, ciencias y demás asignaturas, sin embargo nadie nos enseña cómo gestionar nuestras propias emociones. Crecemos y llegamos a adultos y de repente un día tenemos un golpe en la vida, puede ser una pérdida de un ser querido, un divorcio, o un problema de salud y eso crea dentro de nosotros un huracán de emociones que no sabemos gestionar. Cada uno sale del bache como buenamente puede y la mayoría de las veces esto nos deja alguna que otra secuela. A mí me pasó esto pero por suerte yo tuve la suerte de encontrar la poesía en mi camino (o quizá fue la poesía la que me encontró a mí, no lo tengo muy claro). El caso es que comencé a escribir sobre todo aquello que llevaba dentro y a utilizar la poesía como válvula de escape. Empecé a profundizar en mis sentimientos, en conocerme a mismo y en intentar entender la realidad que me rodeaba de una forma distinta. Me di cuenta de que podía usar la poesía para construir una mejor versión de mi mismo.
El problema que tenemos es que vivimos en una sociedad en la que vamos completamente acelerados. Vivimos en un estrés constante y no tenemos ni un solo momento para pararnos y pensar. En parte eso es lo primero que va a hacer la poesía por ti, te va a sentar delante de un papel en blanco y te va a hacer pensar: ¿Quién soy yo?, ¿Qué es lo que siento?, ¿Qué es lo que quiero?. El simple acto de pararte y reflexionar puede convertirse en toda una revolución. He descubierto que escribir poesía es un viaje a nuestro interior, una forma de curar nuestras heridas, un motor que nos puede impulsar a encontrar una mejor versión de nosotros mismos.
Lo que intento con el libro es transmitir todos esos conocimientos que he adquirido. Quiero llevar un poco de poesía a la vida de la gente porque creo que realmente puede mejorar la vida de todas las personas si estas le hacen un pequeño hueco en su vida.
La poesía hoy en día
Seamos sinceros, la poesía no es el género literario más popular. El público general tiende a pensar que la poesía es algo aburrido, ñoño o difícil de entender, o incluso que es algo destinado a un público intelectual. Creo que parte de la culpa la tiene la educación que recibimos. Nuestro primer contacto con la poesía suele ser en el colegio o en el instituto y lo primero que hacen es obligarnos a estudiar poetas de otros siglos que usaban un lenguaje distinto a nosotros, que tenían otros problemas y que vivían en una sociedad totalmente distinta a la actual. Nos cuesta entenderlos y mucho más identificarnos con ellos así que es normal que acabamos pensando que no nos gusta la poesía. No estoy poniendo en duda a grandes maestros como Quevedo, Lorca o Bécquer pero quizá tendríamos que hacerlo al revés, poner a los chavales a escribir de su vida, de sus emociones, de sus problemas y luego cuando le pillen el gusto a escribir enseñarles como lo hacían otros poetas de otras generaciones.
No obstante, creo que algo está cambiando, porque de repente hay toda una generación de chavales que están empezando a escribir como manera de expresarse artísticamente y no solo escriben si no que además lo comparten. Antes enterrábamos nuestros sentimientos en un diario secreto y personal que nadie más veía, hoy lo compartimos en Instagram, Facebook o Twitter. Las redes lo están cambiando todo. Pero esto no se limita solo a las redes sociales. Hoy en día proliferan en cada ciudad grupos de gente joven con inquietudes, quedan en un bar, se toman una cerveza y recitan todo lo que escriben en una jam de poesía. Poco a poco esto va creciendo y se va creando una comunidad de artistas que van mejorando su forma de escribir. Hay mucho talento por ahí suelto. Es posible que por primera vez haya más escritores de poesía que lectores de poesía y esto es realmente genial por que el que escribe, al final acaba leyendo poesía y el que lee poesía al final acaba escribiendo. El mundo de la poesía está sufriendo un proceso de popularización que si somos capaces de aprovecharlo puede resultar muy beneficioso para la poesía.
La poesía es un arte que no ha evolucionado al mismo ritmo que otras artes como la música o el cine. Nos gusta pensar en la poesía como un arte puro que si se mezcla con otras cosas rápidamente se desvirtúa. Si seguimos así la poesía se nos va a morir de endogamia. Yo creo que tendríamos que hacer todo lo contrario, tenemos que sacar a la poesía de la urna de cristal donde la hemos metido y empezar a mezclarla con otras artes, hacerla evolucionar. Hay gente que está haciendo cosas increíbles, mezclando la poesía con teatro, con danza, con música, con productos audiovisuales e incluso hay gente haciendo humor con poesía. Es realmente increíble ver como todo está cambiando. Creo que tenemos que animar a más personas a subirse a este barco e invitarlas a que empiecen a leer poesía y sobre todo a que escriban.
Por eso este año, además de mi libro, me he propuesto promocionar el mundo de la poesía en general. Para ello he empezado a hacer videos divulgativos en Youtube que hablan del mundo de la poesía. La idea es hacer algo parecido a lo que hacen youtubers como Jaime Altozano hablando de música o como Jordi Maquiavelo hablando del cine pero en mi caso hablando de poesía. Me gustaría que la gente descubriera lo enriquecedor que puede ser poner un poco de poesía en sus vidas.