Homenaje a ALFONSO LAREO OUZANDE
Proyección del documental "Campaneros"
Centro Cultural de Grau/Grado (nuevo Teatro-Auditorio)
Sábado 18 de octubre
19 h.
Entrada libre hasta completar aforo
Huyendo de la hambruna de la postguerra en su Galicia natal y tras pasar por varios trabajos, llega a Avilés donde trabaja durante siete meses en la cimentación de Ensidesa, dentro de las denominadas “campanas” o cajones indios que fue un brutal sistema de cimentación que se utilizó para construir y levantar la acería ubicada en zona de marismas. Las campanas estaban sustentadas por aire comprimido que se introducía a presión dentro de un habitáculo metálico estanco para evitar que entrase el agua en la cámara de trabajo de los diversos bloques de hormigón que iban descendiendo en la tierra. Estos trabajadores que debían soportar hasta dos kilos y medio de presión, y descender varias decenas de metros para excavar a pico y pala hasta encontrar el firme y posteriormente rellenar de hormigón. Las campanas se cobraron muchas vidas, no siempre confirmadas…y trabajar en ellas era una ruleta rusa permanente.
Durante un turno, el mismo Alfonso que trabajó en diversas campanas, sufrió un accidente. Hubo un fallo en los compresores y el bloque de hormigón descendió repentinamente atrapando la pierna de un compañero y hundiéndolo en el barro. Con determinación heroica, Alfonso cogió su pala y golpeando, amputó la pierna de su compañero consiguiendo salvarle la vida. Meses después, sufriría una rotura interna de tímpanos, nasal y ocular por una mala descompresión y tuvo que abandonar definitivamente el trabajo. La cimentación de Ensidesa no solo supuso un hito por la magnitud de la obra y la precariedad de los medios y mano de obra, sino por la voluntad de miles de hombres que dieron su vida para que esos muros sustentados sobre pilares de hormigón hundido en el barro, no se hayan movido un centímetro desde hace más de medio siglo.
Tras el servicio militar regresa a Asturias, esta vez con destino a la mina. El 19 de Julio de 1968, a raíz de una huelga es despedido, pero en el 69 entra a trabajar en las minas de Caolín. Un trabajo durísimo en el que sufre también accidentes mortales para muchos compañeros y a los que sobrevive de milagro. Las condiciones de la época no eran favorables para los derechos de los trabajadores y en el años 69 fue nombrado como enlace sindical en la mina.
Luchó por la mejora en los contratos y nóminas y por ello, el sindicato vertical lo nombra vicepresidente en el 72. Justo en este año y tras una reunión en Oviedo con varios representantes consiguen para la villa el consultorio para los médicos de ambulatorio, ya que por aquella época las consultas médicas tenían que ser consultas privadas en los domicilios de los médicos.
Su implicación lo llevó a ser fundador en la clandestinidad de CCOO en el 68 en la villa de Grado y posteriormente fue vicepresidente del sindicato vertical en Grado y Oviedo. En el año 73 tras asistir un congreso en el sindicato vertical en Madrid, es nombrado por varios delegados de toda España como vicepresidente nacional del sindicato de Construcción, Vidrio y Cerámica. Continuó luchando dentro del sindicato proponiendo más derechos para los obreros hasta su legalización en el año 77. Alfonso, tras jubilarse, fue miembro del sindicato de jubilados y pensionistas de Asturias en la ejecutiva regional hasta el año 95.
Lareo es uno de los protagonistas del documental "Campaneros", ganador en la tercera edición del FICARQ festival de cine y arquitectura en la categoría de arquitecturas filmadas. Que se ha convertido un fenómeno dentro de la cinematografía documental asturiana, obteniendo récord de espectadores en salas de cine.
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