Exposición en Grau: Retratos con animales, 1865-1977"

Exposición de fotografías antiguas "Racionales e ¿irracionales? Retratos con animales, 1865-1977"

Colección del Muséu del Pueblu d'Asturies

Lugar: Sala de Exposiciones y Corredor de la Casa de Cultura de Grau/Grado

5 al 28 de febrero de 2024

Horario: Lunes a viernes de 10 a 20:45 h.  Sábado y domingo de 10 a 14 y de 15 a 20:45 h.

Organiza: Muséu del Pueblu d’Asturies, el Museo Nacional de Antropología y el Muséu Etnográficu ya d'Hestoria de Grau

La muestra, que tras su inauguración en Xixón tiene ahora en Grau la primera parada de su itinerancia por diversos centros culturales, se compone de 69 fotografías de la Colección del Muséu del Pueblu d'Asturies. Se estructura en varios temas y apartados: La amistad ("Uno más de la familia" y "Niños y animales"), su aprovechamiento como fuerza de tiro o alimento ("Compañeros de trabajo" y "Criar animales para el sustento humano"), o el odio que han inspirado algunos ("El animal enemigo"). También incluye un audiovisual de 10 minutos con más fotografías, así como diversas piezas originales de la Colección del Muséu Etnográficu ya d'Hestoria de Grau alusivas y relacionadas con la temática de las fotos.

Esta exposición trata sobre la unión de personas y animales a través del retrato fotográfico, en un ámbito, Asturias, que podría ser universal si cambiáramos a algún animal por otro. A veces no se sabe si se ha elegido fotografiar a la persona o al animal ¿irracional? como motivo principal del «retrato».

La relación entre los animales racionales y los «irracionales» tiene una larga historia llena de ideas categóricas con multitud de matices. En el mundo occidental, se ha colocado a los humanos por encima del resto de las especies del mundo animal, a las que domina y pone nombre. No obstante, esa misma tradición occidental ha contemplado, en cuentos y leyendas, la existencia de una época en que los animales hablaban y las personas podían entender sus mensajes. Algo que en la actualidad parece que han heredado exclusivamente los niños y las personas con capacidades cognitivas diversas, cuya interacción con determinados animales es más intensa que la del resto de las personas.

Desde épocas muy antiguas, la humanización de los animales fue una constante en muchas culturas. Fueron elegidos como divinidades religiosas o asociados a ellas, intercambiando la forma humana y la animal o bien creando  seres mixtos. Asimismo, con el fin de hacer más comprensibles discursos y valores, se les ha utilizado para sustituir a los humanos como protagonistas en historias, fábulas, cuentos o películas. A día de hoy, los protagonistas humanos de estas narraciones se transforman en animales, haciéndolos comportarse como personas y, por lo tanto, transformándolos en bípedos con brazos y manos.

Los seres humanos hemos adjudicado, y seguimos adjudicando, «valores» a casi todos los animales. Unos valores que, en la mayoría de los casos, olvidan que los animales no son personas, aunque en la actualidad se les reconozcan derechos e, incluso, se pidan derechos fundamentales para los grandes primates (denominación que nos incluye). Las últimas tendencias ideológicas buscan la protección y ampliación de los derechos para los animales «no racionales». Un camino que no es una total novedad, porque desde el siglo XVII estas ideas se plasmaron en leyes protectoras y en la creación de asociaciones de defensa de los animales. Finalmente, en la segunda mitad del siglo XX se aprueban declaraciones, convenios y leyes sobre los derechos de los animales, como la de este mismo año en España: la Ley 2/2023, de «Protección, bienestar y tenencia de animales de compañía y otras medidas de bienestar animal». Una vez más, con la mejor intención, los «racionales» seguimos organizando la vida de los «irracionales».